¿Cómo se hace?: Découpage: fondos y acabados II

Hola a tod@s!

La semana pasada hablamos de cómo crear unos fondos originales para nuestros proyectos de Découpage. Vimos la técnica del ponceado y el marmoleado, y hoy vamos a continuar hablando de fondos, concretamente hablaremos de las doraduras y fondos metalizados. Con ello daremos por acabado el tema de los fondos.

Aunque sólo hayamos hablado de tres técnicas, debéis saber que existen otras muchas, ya os dijimos en la entrada anterior que aquí explicaríamos sólo las más conocidas. Para la semana que viene dejamos el apartado de "acabados" y entonces sí, daremos por acabada nuestra sección de Découpage. Y...ya os anunciamos que tendremos alguna sorpresita de "final de curso". Pues bien, manos a la obra.

Ya sabemos, porque lo hemos dicho hasta la saciedad, que el Découpage puede aplicarse a infinidad de soportes y materiales, entre ellos, los metálicos. Pero a veces, nuestro soporte no es metálico en si mismo, sin embargo nos gusta este tipo de material. Pues nada, si no lo tenemos, lo creamos.

Hoy en día existen en el mercado infinidad de productos para aplicar doraduras o fondos metálicos, eso es, plateado, cobre, etc... Lo podemos encontrar en diferentes formatos: líquido, spray, pasta, pintura, foil, pan, ... El uso de cada uno dependerá del efecto final que queramos conseguir. Todos ello son rápida aplicación y secado y el acabado final es bastante bueno si usamos un producto de calidad.

Pero en el mundo de las manualidades existe un "dorado", que es el dorado por excelencia, y este es el pan de oro. se conoce como Pan de Oro, a una lámina muy fina de oro batido, usado tradicionalmente para decoración por medio del dorado sobre la superficie de diferentes objetos artísticos y superficies arquitectónicas, tanto en exteriores como en interiores. Además de las hojas de oro también existen en plata, cobre o aluminio.
La mayor parte se fabrica en Alemania e Italia. Se presenta en librillo de 20 a 25 hojas, separadas por papel de seda y de una mediad de 5x5 u 8x8 cm. Las láminas de pan de oro son extremadamente finas, y se obtienen a través del martilleado de planchas de oro, o mediante la presión constante por medio de rodillos. Antiguamente, los batihojas colocaban las planchas de oro entre membranas de animales y las reducían con golpes de martillo hasta unos 0,006 mm.

Se pueden encontrar en varios tipos:

• El llamado <<oro fino>> de 22 quilates en hojas de 5x5 u 8x8 cm. Este pan de oro suele utilizarse en obras de restauración importantes.
• El llamado <<oro falso>> que se presenta en hojas de 14x14 cm, con un grosor mayor y que, aunque el aspecto es muy parecido, se compone de una aleación de cobre, estaño o cinc. Al ser más grueso es más fácil trabajarlo. Es necesario protegerlo con un barniz transparente que lo aísle de la humedad. Su precio es más asequible, lo que lo convierte en uno de los productos más utilizados en manualidades.
• El pan de oro "desmigado". No es otra cosa que una especie de virutas de pan de oro o plata que se venden en cajitas. Su aplicación es la misma que para las láminas.

¿Cómo lo aplicamos? Primero debemos cubrir el soporte con una pintura de fondo. Este color se verá ligeramente en las grietas que se formen al aplicar el pan de oro. Lo ideal y más cómodo es una pintura acrílica de color rojo inglés o burdeos si usamos pan de oro y en color azul prusia si vamos a usar pan de plata. Estos son los tonos más utilizados ya que son los que mejor combinan. Dejamos secar.

A continuación, aplicamos una mano de Mixtión. El mixtión no es más que una cola especial para pegar pan de oro o plata que se deja secar un tiempo hasta conseguir el punto mordiente. Existen varios tipos de mixtión; al alcohol y al agua. Si aplicamos mixtión al alcohol tendremos que dejarlo secar más tiempo hasta que esté mordiente. En cambio, el mixtión al agua, permanece mordiente durante más tiempo, incluso días, lo que nos permite acabar el trabajo sin necesidad de aplicarlo más veces.

Entonces tomamos las láminas de pan de oro y lo vamos cortando con las manos al tamaño deseado, situándolo sobre la pieza a cubrir. Con un pincel suave lo vamos aplastando para marcar los relieves de la pieza, si es que tiene y que quede perfectamente adherido a ésta. 

Una vez puesto todo el pan de oro, con un pincel de cerda dura sacudimos todo para eliminar lo que no esté pegado. Acabamos con una mano de goma laca o barniz para protegerlo. Puede darse una pátina de cera con o sin betún de judea (lo veremos en el próximo capítulo), aunque si vamos a aplicar Découpage, tal vez podemos esperar a tener el conjunto final.

¿Chulo, verdad? Pues ya lo sabes...haz la prueba que seguro te encanta el resultado!!
Nos vemos el próximo jueves!